martes, 29 de abril de 2014

Recuperación de la resina de Tormón

La localidad turolense de Tormón fue, hace muchos años, un punto importante en la geografía española, puesto que era y sigue siendo un lugar donde los árboles lloran resina y sus habitantes se dedicaban a la recogida de ésta. A finales del siglo XIX, en España se dio a conocer el método Ubet, consistente en quitar la corteza exterior del árbol, tras lo cual se clava una grapa (especie de pala pequeña por donde la resina va cayendo),se coloca un recipiente para recoger la resina y se deja que el árbol comience a llorar, llenando el reciepiente de resina. Se daba una pica por semana, siendo 25 en total. Esta operación se repetía todos los años, clavándose la grapa unos centímetros arriba hasta cumplir los 5 años del proceso, cuando se cambiaba la cara del árbol para la extracción, durando cada árbol 25 años o más.La resina que se recoge se llama Miera, y era utilizada para la fabricación de aguarras y colofonía, sustancia base para otros productos con base resinosa. Con el paso del tiempo, esta tradición fue perdiendo importancia y acabó desaparenciendo en esta localidad. Desde finales de 2012, cuatro ayuntamientos de la provincia de Teruel (Albarracín, Bezas, Tormón y Rubiales) tratan de establecer si la resina podría ser una actividad empresarial rentable.En la provincia, el pino negro, del cual se extrae la resina, ocupa una superficie de 40.000 hectáreas, siendo 20.000 accesible para la prática de este método. En palabras del Ingeniero de Montes del Servicio Provincial de Teruel, Emilio Pérez Aguilar: "Era una actividad importante en muchas comarcas del país y también tenía implantación en la provincia, hasta que la resina empezó a llegar a España procedente de los grandes países productores como Brasil, China o Indonesia a partir de los años 70, que en los últimos años han reducido su nivel de producción por la sobreexplotación de sus montes.La extracción paso a ser completamente abandonada en muchas comarcas porque quien la extraía, lógicamente, quería ganar un sueldo digno", Desde estos ayuntamientos se han cubierto ciertas etapas de este proyecto, pero todavía queda buscar una rentabilidad a este producto, el cual podría generar industria y empleo donde antes no lo había. El precio de 1 kilo de resina es de, aprox.,1€, y su extracción es de 2 kilos por árbol. Un buen resinero podía manejar entre 5000 y 6000 árboles, con lo que en caso de recuperarse, podría ser una salida a la crisis, como ya ha sido en algún punto del interior de España.
Carlos Díez

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